Soy abogado, investigador y consultor en nuevas tecnologías. Trabajo hace ya un tiempo en la intersección entre el Derecho, la Inteligencia Artificial y los cambios profundos que estas tecnologías están generando en la forma en que vivimos, trabajamos y tomamos decisiones.

Mi recorrido profesional combina el ejercicio de la abogacía en distintas áreas del Derecho con una dedicación sostenida al estudio, la investigación y la formación en materia de Inteligencia Artificial, tecnología y sociedad. A lo largo de los últimos años he acompañado a personas, empresas e instituciones en conflictos jurídicos concretos, procesos de asesoramiento estratégico y desafíos vinculados a la adopción de nuevas tecnologías.

Me especializo en Derecho Informático e Inteligencia Artificial, y soy autor del libro “Inteligencia Artificial para abogados y ChatGPT”, además de diversos artículos académicos y de divulgación sobre propiedad intelectual, ética, acceso a la justicia y los impactos legales de la IA generativa. Participé de congresos nacionales e internacionales, espacios de formación profesional y ámbitos académicos donde investigo y reflexiono sobre el rol del Derecho en un contexto de transformación tecnológica acelerada.

Entiendo al Derecho como una herramienta viva, atravesada por su tiempo. Por eso, mi enfoque no se limita a la aplicación mecánica de normas, sino que busca comprender el contexto social, tecnológico y humano en el que los conflictos se producen. La Inteligencia Artificial no es, para mí, solo una herramienta técnica: es un fenómeno cultural, político y jurídico que obliga a repensar categorías clásicas como la responsabilidad, la autoría, la decisión y el poder.

Durante varios años dirigí Yorlano Abogados y Asociados, un estudio jurídico desde el cual ejercí la práctica profesional y acompañé a personas y organizaciones en distintos tipos de conflictos y procesos legales. Esa experiencia fue central en mi formación, no solo desde lo técnico, sino también desde la gestión, la responsabilidad profesional y el vínculo cotidiano con los problemas reales de quienes buscan una respuesta jurídica.

Con el tiempo, y a medida que la tecnología —y especialmente la Inteligencia Artificial— comenzó a ocupar un lugar cada vez más relevante en mi trabajo, entendí que mi recorrido profesional estaba ampliándose más allá del formato tradicional de estudio jurídico. La práctica del Derecho, la consultoría tecnológica, la investigación y la formación empezaron a converger en un mismo eje.

Por ese motivo, decidí dejar atrás la estructura de Yorlano Abogados y Asociados como marca independiente y enfocar mi actividad desde una lógica más integrada y personal, que refleje mejor el modo en que hoy trabajo y pienso el Derecho. Este espacio nace de esa decisión: reunir bajo un mismo nombre la abogacía, la consultoría en nuevas tecnologías, la escritura y la formación.

Desde esa mirada, desarrollo tareas de consultoría en Inteligencia Artificial y nuevas tecnologías, orientadas a una adopción responsable, consciente y estratégicamente alineada con los valores y objetivos de cada organización. Trabajo en diagnósticos, diseño de estrategias, evaluación de riesgos legales y éticos, y procesos de capacitación, especialmente enfocados en profesionales y equipos que necesitan comprender la tecnología antes de implementarla.

Soy cofundador de Academia 2040, un espacio de formación en Inteligencia Artificial y tecnología que nace de una convicción clara: la tecnología sin reflexión crítica no transforma, solo acelera. Desde allí impulsamos propuestas educativas orientadas a profesionales, empresas e instituciones que buscan incorporar IA con criterio, responsabilidad y sentido humano.

Además de mi actividad profesional, escribo y reflexiono de manera constante sobre los efectos sociales, culturales y éticos de la automatización. Me interesa especialmente pensar qué lugar queda para lo humano en una época donde lo cognitivo comienza a ser delegado en sistemas artificiales, y cuál debe ser el rol del Derecho frente a ese escenario.

Este sitio reúne esas dimensiones: la práctica jurídica, la consultoría tecnológica, la investigación y la escritura. No como compartimentos estancos, sino como partes de un mismo recorrido.

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